15 de abril de 2014

Acelerando la rueda de la justicia de los niños











En la próxima semana, en las Naciones Unidas, una victoria silenciosa va ocurrir para los niños.
Es una victoria que va amplificar las voces de niños que han sido ignorados, abandonados, abusados y pasados por alto. Es una victoria con potencial de cambiar sus vidas.
Gracias a la Convención de las Naciones Unidas para los Derechos de los Niños (CDN) – ratificada por todos los países con excepción de Estados Unidos, Somalia y Sudan del Sur – los gobiernos son obligados a crear leyes y políticas que honren los derechos de todos los niños.
Esto significa proveer cuidados de salud para todos los niños, por ejemplo, así como educación universal. Garantizar que ellos tengan la oportunidad en participar de sus comunidades – y de jugar. Y promover protección contra todos los tipos de males.
La CDN es un faro de luz de esperanza para la posibilidad de vida en toda su plenitud.
Sin embargo, en mi trabajo en Visión Mundial, he estado muy a menudo impresionada con la manera cómo las vidas de los niños pueden ser trágicamente diferentes de lo que prometen sus gobiernos. Los niños y sus defensores han carecido de herramientas adecuadas para responsabilizar a sus gobiernos por las promesas hechas y rotas.
Yo he visto niños y ONGs reportaren persistentemente violaciones de derechos de los niños al Comité de las Naciones Unidas para los Derechos de los Niños.
Mientras que las Naciones Unidas han emitido repetidas recomendaciones a los gobiernos, el ritmo de los cambios ha sido demasiado lento.
Incluso la ONU se ha visto limitada en su capacidad para hacer con que los gobiernos rindan cuentas en este sentido.
En la próxima semana, esto va cambiar. Comenzó durante mis estudios de graduación en 2006, cuando propuse un nuevo tratado internacional que daría a los niños el poder de presentar una denuncia ante la ONU cuando sus derechos sean violados.
Las Naciones Unidas irían entonces investigar la reclamación y responsabilizar el país del niño.
Este mecanismo legal se hizo conocido como el Tercero Protocolo Facultativo (OP3) a la CDN y vincula a cualquier gobierno que lo ratifique.
 Afortunadamente, no se ha acumulado polvo en mi tesis. El los últimos 8 anos, yo hice campaña para que el OP3 entrara en vigor.
El lunes, 10 corajosos países irán ratificar el Protocolo, demostrando claramente su compromiso en promover reparaciones significativas a los niños que han tenido sus derechos violados.
Mientras celebramos, también quiero dar el testimonio de las vidas que han sido perdidas mientras las ruedas de la justicia se movían muy lentamente. Estos niños nunca tuvieron la oportunidad de experimentar sus derechos, y nunca han visto justicia para las violaciones que sufrieron:
-          Para Noi, una niña de 16 años del Norte de Tailandia, que ha sido victima de trata para el comercio sexual después de haber sido enviada por su familia para trabajar como mesera en Bangkok;
-          Para Sikefela, una niña de la Zambia occidental que se quedó huérfana a la edad de 6 años, y murió de causas relacionadas a la SIDA a la edad de 8 años.
-          Para Jeffrey, un niño de 5 años de mi propia ciudad de Toronto, que se deslizó a través de las grietas de un sistema de protección de la infancia roto que le llevó a malos tratos graves, la privación y la muerte por inanición en el cuidado de sus propios abuelos.
Millones de niños más siguen esperando. Cuarenta y cinco países han firmado el Protocolo OP3 y están dando los pasos hacia su ratificación. Esto nos deja con 138 países – incluyendo el Canadá – que deben prestar atención a los gritos de los niños y ratificar el Protocolo sin retraso.
UNICEF debe trabajar de cerca con los gobiernos para lograr la ratificación generalizada del protocolo, y para que sea ampliamente conocido y comprendido entre los niños, ONGs y otros actores clave.
Mientras la comunidad internacional se prepara para celebrar los 25 años de la Convención de los Derechos de los Niños el próximo Noviembre, yo insto a Canadá y otros estados miembros de la ONU a no posponer la justicia por más tiempo.
No podemos permitir que más vidas preciosas escapen.
Vamos cumplir con las promesas hechas a los niños cuando la CDN se consagró por primera vez hace un cuarto de siglo. Vamos mostrar a los niños que sus derechos realmente tienen significado.
¡No perdamos un día más!

Sara L. Austin es Directora en Visión Mundial Canadá. Ella ha estudiado Derechos Humanos Internacionales en la Universidad de Oxford y Desarrollo Internacional y Estudios de la Mujer en la Universidad de Dalhousie.  (traducción Camila Franco)

Pra saber que pásies formaran y cuales ya ratificaran, clique abajo:

https://treaties.un.org/pages/viewdetails.aspx?src=treaty&mtdsg_no=iv-11-d&chapter=4&lang=en